Siempre fue una mentira

Nicole Quinn es acogida por la mejor amiga de su madre después de que su familia quiebra, comenzando un vínculo de 20 años con Colin y Abel de la familia Smith. Los hermanos adoran a Nicole, pero todo cambia cuando la hija de la niñera, Mandy Moore, entra en escena. Nicole se convierte en el blanco de los planes y la humillación de Mandy, lo que la coloca en una situación difícil en la que los hermanos Smith comienzan a distanciarse y pierden interés en ella.