Adiós, pero mi amor permanece

Con la esperanza de salvar a su esposa, Grace Aston, a quien le han diagnosticado atrofia muscular, Dylan Levin permanece a su lado y la apoya en todo lo que puede. Cuando le diagnostican un cáncer terminal, decide someterla a un riguroso régimen de recuperación, a pesar de saber el dolor que le provocará. Finalmente, Grace se recupera, pero lo primero que hace es optar por divorciarse de Dylan.