Repudiado, pero profundamente amado

Ellie Devin, que alguna vez fue la querida hija mayor de la rica familia Wilcox, descubre que en realidad es la cuarta hija de la familia Devin. Impulsada por lazos de sangre, busca a sus verdaderos hermanos, sólo para enfrentar un frío rechazo. La desprecian y la hija adoptiva, Fiona Devin, la incrimina en todo momento. En lugar de defender a Ellie, sus hermanos la obligan a arrodillarse bajo la lluvia y se niegan a escuchar. Enferma y empapada, ruega que la dejen entrar, pero sólo Fiona emerge, burlándose de ella cruelmente antes de empujarla escaleras abajo. Abandonada durante la noche, Ellie se despierta con una nueva determinación. Ella se defiende cuando la acusan falsamente nuevamente y declara que ya no se inclinará ante la familia Devin. Atónitos, miran mientras ella se aleja. Esta vez, Ellie está decidida a reclamar su lugar en la familia Wilcox, donde realmente pertenece.