Traicionado por el amor, perseguido por el poder

Rebecca Jones, la esposa de Finley Nixon, pasa de ser una empleada común y corriente que gana dos mil dólares al mes a una exitosa directora ejecutiva con un valor de veinte millones en sólo tres años. Mientras tanto, Finley todavía gana sólo cinco mil al mes. Sintiendo que Finley no le sigue el ritmo, Rebecca decide solicitar el divorcio. Aprovechando la situación, Kent Lloyd se ofrece a ayudar con el divorcio y se encarga rápidamente del papeleo. Pero cuando se difunde la noticia del divorcio, figuras poderosas de todo el país se apresuran a enviar a sus hijas para proponerle matrimonio a Finley, dispuestas a hacer lo que sea necesario para ganarse su favor. Al mismo tiempo, muchos de los patrocinadores financieros que silenciosamente apoyaron a la empresa de Rebecca comienzan a retirar su apoyo, todo debido al divorcio. De lo que Rebecca no se da cuenta es que el éxito de su empresa se ha basado en la poderosa influencia de Finley, algo que él nunca supo.