Lo siento, llego un poco tarde

Hace cinco años, Ian fue drogado y a Sydney le pagaron para que fuera su antídoto, lo que provocó el nacimiento de un niño. Sydney perdió la memoria tras una terrible experiencia que puso en peligro su vida. En ese momento, Ian estaba criando a su hijo solo hasta que ocurrió un fatídico reencuentro con Sydney. En medio de maquinaciones familiares y un complot para sacarla, Ian descubrió su posible identidad como la madre de la niña y corrió para salvarla de una cirugía mortal.